La actriz Berta Singerman posa junto a lo único que quedaba en pie de la Casa Histórica en la de década de 1930. Excepto el salón donde se había jurado la Independencia, el resto había sido completamente derribado, para armar una enorme estructura vacía que lo protegiera. Los muros interiores de ese enorme salón, se llenaron poco a poco de placas de bronce, como las que se ven al fondo en la imagen. Ayer y hoy, la visita de cualquier ilustre incluye la visita a la “Casita de Tucumán”.
Berta Singerman, en la Casa Histórica
La actriz Berta Singerman posa junto a lo único que quedaba en pie de la Casa Histórica en la de década de 1930. Excepto el salón donde se había jurado la Independencia, el resto había sido completamente derribado, para armar una enorme estructura vacía que lo protegiera. Los muros interiores de ese enorme salón, se llenaron poco a poco de placas de bronce, como las que se ven al fondo en la imagen. Ayer y hoy, la visita de cualquier ilustre incluye la visita a la “Casita de Tucumán”.